Tecnología espiritual: vacaciones
Cómo el receso vacacional es la técnica sistémica para resetear temporalmente la mente al punto 0 por la vía convencional y por la vía de la tecnología espiritual.
La cultura occidental, en un afán materialista y mercantil, ha creado infinitud de bienes, servicios y comodidades como respuesta a los típicos problemas que plantea la existencia humana. Uno de ellos son las vacaciones. Y en específico vacaciones All Inclusive. El planteo básico es crear las condiciones donde todo programa que suele estar activo en la mente, tome reposo. En vez de sustituirlo o de diluirlo (lo que es siempre lo más aconsejable), la propuesta es tener entre cositas, es decir entretenerlo a uno con el aquagym, beach voley, las jetsky, aerobics, competencia de beer-pong, pseudo-discotecas, mercadillos disque-artesanales, tours, masajes, spa, gym, kidsclub y una barra de comida interminable y colorida que está disponible casi las 24 hrs. La consecuencia de esto es detener el programa regular, darle una pausa para que respire, sostenerlo entre cosas inocuas para que luego siga corriendo como antes atrás de la inalcanzable meta de la felicidad material.
Y esto está muy bien. Pero también hay otra vía.
La otra vía es desarrollar tecnología espiritual. Y claro, ponerla en práctica.
Para cambiar el estado 0 de la mente, es necesario ejecutar un cambio drástico en el estado pre acción. Y esto sólo lo puede hacer la conciencia, al activar observador que identifica los programas activos y los va anulando, hasta quedar en quietud. Esto puede tomar 5 o 1000 minutos, pero tarde o temprano, sucede.
En esa quietud y ese silencio silencio, la elección no es ya qué programa dejar correr, sino de qué sistema operativo utilizar.
Ahí es donde uno puede asentar las bases del estado emocional y mental con el que transitar la experiencia humana. Porque experimentar la plenitud de vivir, es una determinación interna, sólo se trata de conectar con ese sentimiento de valor por existir, por estar aquí y ahora y ser quiénes somos. Y que no haya programas activos que bloqueen esta sensación de plenitud por derecho propio. La alegría, siendo una de las tres gracias, es un Derecho Innato. Por eso ha de ser reclamado. Claro que esta realidad no se logra con marchas multitudinarias por las ciudades principales del mundo. No. Esto se logra tomando poder sobre la propia existencia. Practica.