Usos de la energía personal

No hay persona, independientemente de su nivel de conciencia que pueda decirte qué hacer de tu camino. Esa tarea, esas decisiones son sólo tuyas, totalmente. Sin embargo, la forma en la que atraviesas los procesos, puede ser sugerida e incluso aprendida. En la técnica de navegación si hay método, sí hay herramientas y definitivamente hay estrategias. Cuanto más cerca de la conciencia estés en su uso, y más alejado de la reacción egoica, mejor. Aunque a veces sea necesario recaer una y otra en esa experiencia hasta sentir acartonada. Cada vez que se da ese encuentro, la conciencia lo va tocando y su conocimiento empieza a poner en evidencia su naturaleza limitada y repetitiva.

Para eso ayuda mucho definir en tu camino:

¿Cuál es tu base? Es aquello que haces cada día, infaltable, que enraiza tu ser al aqui y ahora y te otorga propiedad sobre tu mente, cuerpo y apropia tu energía vital por el ejercicio de ponerla a tu servicio. Si aún no tienes una práctica que te de base, elige una. Y por sobre todo que implique tu cuerpo. Anclar conciencia y energía en las células, es de vital importancia.

¿Cuál es tu tronco? Aquello que hagas o no, pero que definitivamente hacerlo te acerca a la conciencia y permite que tu aspecto luminoso aflore.

y ¿Cuáles son tus flores y tus frutos? Las flores y los frutos es lo que damos. La dulzura de las frutas y la belleza de las flores. Qué das a los demás? Cada momento, por casual que sea, es una oportunidad para dar belleza, amabilidad, calidez. Así sea un compra en la tiendita de la esquina. Qué hay en tu mirada? ¿Cómo suena tu voz?

Alinear estos niveles de acción, traerá armonía a tu ser, cohesión, realidad. Los estados de presencia y paz, son emocionalmente estables.

El exceso de diálogo interno se presenta porque la mente toma más energía de la que necesita para funcionar y a través de ese medio proporciona soluciones para las incongruencias del mundo interno. Sostener prácticas de base, tronco y fruto, reparten la energía entre los centros principales. De este modo la mente encuentra sosiego y dirigir la energía se vuelve mucho más simple.

Eres quien dirige tu vida, por eso practicar el manejo de tu energía es una maestría a desarrollar.