Lógica transformativa

En contraposición a la lógica aristotélica que define términos de forma total, esta lógica plantea la trancisión como estado constante de la existencia

Juan Casal

6/13/20233 min read

La lógica aristotélica ha definido no sólo las bases del pensamiento lógico filosófico occidental sino también los basamentos del método científico y con él la medicina entre muchas otras disciplinas. Sobre esta estructura de pensamiento se ha erigido todo lo concebible en el ámbito científico de esta particular cultura tan diseminada no sólo en el territorio que le dio cuna sino en otros.

Si bien su sistema de valores se corresponde al binario, ya que todo enunciado puede ser categorizado de Verdadero o Falso y esto se puede atribuir significado de ceros y unos, dando la posibilidad de entre otras cosas programar: útil para sistemas operativos automáticos como las computadoras pero igualmente válido para sistemas de pensamiento en el ámbito humano. Es justamente en este ámbito donde conviven las ciencias y las humanidades donde el sistema de pensamiento encuentra su propio límite y su rigor matemático resulta obsoleto.

En tiempos de Aristóteles la lógica era la tecnología de punta que erigía al humano sobre su propio caos. En otras palabras la exaltación de lo racional como el borde entre lo animal y lo humano, se puso de moda, estableciendo a la razón, el pensamiento discursivo, la lógica y el lenguaje como los fundamentos de civilización y cultura.

Hoy, 2400 años más tarde el ámbito de lo humano identificado como cultura y civilización, en ese marco social-grupal, llegó a un punto crítico en el que la célula que lo compone ha perdido propiedad de ser. Es decir, el individuo se ha visto diluido en el grupo y su mundo psíquico despersonalizado en el muy nombrado inconsciente colectivo.

Ahora bien, hoy significa un cambio de era, un cambio drástico en los paradigmas de experimentación de la consciencia. Este cambio manda por su propia naturaleza, que cada individuo acceda a la totalidad de su potencial. Por esta razón el anhelo de continuar ligados a una mente colectiva ha caducado, entras palabras, pasó de moda. El pensamiento individual finamente hilado en percepciones basadas en la experiencia personal se ha convertido en contenido de libros y blogs y redes sociales, no sólo por la gran producción de este tipo de contenido sino por la alta demanda de este tipo de información por parte de las diversas audiencias.

El punto crítico de esta evolución es una vuelta de tuerca hacia la vinculación con el espíritu, ya que el acceso a la supra-consciencia sólo es posible en la individualidad absoluta, es decir, donde cada individuo toma total responsabilidad sobre su sistema de pensamiento y los programas que lo gobiernan. Desactivando los programas heredados y los programas socio-culturales, se abre el espacio psíquico suficiente para activar nuevos programas, de preferencia auto-generados. Incluso el gran salto de la autoprogrmación a no-programación, lo que supone una total presencia en cada momento en percepción plena.

Regresando a la lógica aristotélica, su postulado es el siguiente:

Si A es B, y B es C, entonces A es C.

Matemáticamente hablando es correcto. Sin embargo A sólo puede ser idéntico a A y a nada más. Lo mismo aplica a B y a C. También el uso de es, representa un modo apocado del verbo Ser ya que es sólo puede ser identificable con el Ser, es decir con su naturaleza espiritual, unificada al todo, o también conocido como Dios.

La lógica transformativa plantea:

Si A es A y - A, y B es B y -B, entonces A puede ser C y -C.

Este planteo es irracional. Por lo que se puede reformular del siguiente modo:

Si A está siendo B y B está siendo C, entonces A está siendo C. E igualmente verdadera es la siguiente: Si -A está siendo - B y -B está siendo - B, entonces -A está siendo -C.

Dejando de lado el aspecto de significado, el valor de este enunciado, es Verdadero.

Esta lógica describe y explora en la posibilidad de que A se transforme en C. Esto es el potencial desenvuelto como el capullo se abre en flor o como un pequeño brote se convierte en un gran árbol.

Lo dejó bien claro un canto mensajero en ceremonia:

Nada es

Nada, en el plano orgánico, es. Nada.

En lo vivo, todo se está dando,

Sólo transita de un estado a otro,

De un estado a otro.


Nada es.

Todo se está produciendo,

Transformádose,

Evolucionando.


Invertir energía en definir lo que no es,

Carece de propósito.

Al dejar perecer lo que ya no es

y nutrir lo que se está gestando,

Participas de la danza de la vida.


Eso es adaptación:

Sentirse cambiar y participar

Del estado actual al siguiente.


Adaptarse es aplicar voluntad a cambiar…

Unido al soltar, unido al bienvenir…


En cada tránsito,

La conciencia es lo más cercano a la identidad

Que puede un ser alcanzar.


La vida está siendo.

En mí. En tí.

Vida es todo lo que somos

Un constante paso de un estado a otro.

De un estado a otro.

De un estado a otro.

Tal vez, Cerati dio en el clavo y la poesía es la única verdad.